Llega el verano y el tono blanco es uno de los protagonistas, además de hacer más llevadero el calor, este color nos otorga mucha elegancia. Vestirnos de pies a cabeza de blanco puede resultar algo peligroso, pero si se hace bien resulta un look muy sofisticado! Algunos consejitos:
- Lo importante es buscar géneros de calidad, que presenten buena caída para que nos quede perfecto en nuestro cuerpo.
- Otra cosa a tener en cuenta es buscar el corte de prenda que nos siente bien.
- Cuando nos vestimos completas del mismo tono lo que podemos hacer es jugar con diferentes texturas. Por ejemplo, usar un pantalón de lino con una blusa de seda para la noche o con una de algodón para el día. Otra posibilidad puede ser una falda de encaje con una camisa de gasa, todo del mismo color.
- Hay que tener en cuenta que al ser un color claro va a llamar mucho la atención y va a agrandar opticamente la zona en donde lo usemos. Por eso, si tenemos complejo con la pancita, usemos una blusa que caiga algo holgada (nada de telas como el modal!). Si tenemos complejo con las caderas, usar un pantalón recto.
- Usarlo con plateados o dorados (que puede ser unos aros, un reloj, un collar, un clutch…) es una combinación excelente!
- Le podemos dar un toque de color con un foulard, un anillo, el esmalte, el broche del cabello, etc. En colores pasteles para dar un aire suave o en tonos neón para algo más vanguardista.
Magalí Balzán para Romina Barak Asesoría de Imagen.