Uno de los secretos por excelencia de un buen vestir es construir combinaciones en donde el punto de interés este centrado en un sólo lugar. Las miradas irán directo ahí y es lo que se lucirá en primera instancia. Para esto, es importante no ponerse una suma de elementos que compitan entre sí. Ya que de esta manera se producirá un exceso de información en donde nada se destacará, sino que crea confusión y algo sin armonía. Y como dice el dicho siempre menos es más.
La clave es vestir con colores neutros y prendas de cortes clásicos y sólo un detalle que sobresalga tanto por su color, por su estampado, por su textura o por su tamaño, etc. Éste puede ser ya sea un make-up jugado con unos labios colorados, un gran pañuelo estampado, una cartera del color opuesto al vestido, un collar de mucho tamaño y demás.
Estos son algunos ejemplos:
Magalí Balzán para Romina Barak Asesoría de Imagen.